viernes, 28 de mayo de 2010

Charlie Parker por Jack Kerouac






Charlie Parker se parecía a un Buda.
Charlie Parker que murió hace poco mientras se reía con un juglar de la TV.
luego de semanas de tensión y enfermedad,
fue llamado el músico perfecto
y la expresión en su rostro
era tan serena, hermosa y profunda
como la imagen de Buda
como se ve en Oriente; los ojos entrecerrados,
la expresión que dice: todo está bien.

Eso era lo que decía Charlie Parker cuando tocaba:
todo está bien.
Uno tenía la sensación de la mañana temprana
como la dicha de un ermitaño
o como el grito perfecto de alguna pandilla frenética
en una "jam session"
¡Wail! ¡Whap!
Charlie reventaba sus pulmones para alcanzar la velocidad
que sus fanáticos deseaban
y su eterno atrasarse era lo que ellos querían.
Un gran músico
y un gran creador de formas
que finalmente encuentran expresión
en más y lo que quieras.

Aunque musicalmente tan importante como Beethoven
no era considerado como tal
un gentil director de orquestas de cuerdas
frente a las cuales él se erguía orgullosos y calmo
como un conductor de música en la
histórica gran noche mundial
y hacía sollozar a su pequeño saxófono
el alto
con claro y desgarrador lamento
en perfecto tono y brillante armonía
¡Tut!
Los oyentes reaccionaban
sin demostrarlo
y comenzaban a hablar
y pronto todo el tugurio se balancea y habla
y todos hablan;
y Charlie Parker
silbándoles hasta el borde de la eternidad
con su irlandés St. Patrick Patootlestick.
Y como en las nieblas sagradas
pataleamos y chapoteamos
en las aguas de la matanza y la carne blanca;
y morimos
uno tras otro
en el Tiempo.

Y que tierna historia es
cuando se la oyes contar a Charlie Parker
sea en discos o en sessions
o en reuniones oficiales en clubes
(inyecciones en el brazo para la billetera).
jubilosamente soplaba la corneta perfecta
de todos modos no importaba nada…
Charlie Parker perdóname.
Perdóname por no responder a tus ojos.
Por no haber hecho una demostración
de lo que eres capaz de inventar.
Charlie Parker ruega por mí.
Ruega por mí y por todos.

En los Nirvanas de tu cerebro
donde te escondes-
indulgente y enorme-
ya no Charlie Parker
sino el impronunciable Nombre secreto
que lleva aparejado
desde aquí hasta el este o el oeste
un premio sin medida.
Charlie Parker:
aleja la perdición de mí
… y de todos.
 
 
Traducción de William Shand y Alberto Girri.

lunes, 24 de mayo de 2010

Pintura clásica y pintura moderna.


Boucher. Venus consolando a Amor



Corot. Lectora con corona de flores.



Romney. Retrato de Lady Hamilton vestida de Circe



El Renacimiento marcó profundamente a la pintura moderna. Podríamos decir que los pintores del barroco, del rococó y del neoclásico llevaron a su máxima expresión la perspectiva y la pigmentación en estrecho vínculo con el dibujo, además utilizaron diestramente los materiales. Se esmeraban en mantener la proporción en la dinámica de los elementos, muy rica en detalles, y que les permitían desarrollar completamente el tema. De modo que el paisajismo, el retrato, las escenas míticas y las escenas de costumbres recibieron un estricto planteamiento pictórico. Lo estricto permitió la templanza en medio de la riqueza de la pincelada. La pintura de la época clásica moderna, basándose en el Renacimiento, evolucionó para poder trasmitir las nuevas condiciones y las nuevas exigencias. En cierto sentido se adquirió una visión más dimensionada de la pintura. Como si ésta tratara de conseguir dominio artístico en relación a la expresión. Gracias a ello estos pintores modernos construyeron una base para posteriormente hacer del color algo preponderante en los desarrollos de la modernidad de los siglos XVIII y XIX. Así, me atrevo a decir que la pintura moderna deriva de lo clásico, porque parte del Renacimiento, donde la base de sus valores plásticos toma el modelo greco-romano, y lo reinventa perfeccionando la representación de la realidad, la figura y la expresividad de las escenas. Sin embargo, hay una cualidad que sobrepasa a las demás, y es la sutileza del trabajo, sólo gracias a esta sutileza se hace posible la representación de lo sublime de modo concreto.


Ricardo Chitty

domingo, 23 de mayo de 2010

Palabra seria, juego de identidades.

-

Para Isaac López
Del poeta cubano Luis Rogelio “Wichy” Nogueras (1944-1985) tuvimos noticias gracias a la generosidad de Isaac López, quien en su fresca casa de Pueblo Nuevo o al cobijo de Guaruguaja, nos invitó a introducirnos en las páginas de Imitación de la vida, libro que ganó el premio de poesía Casa de las Américas en los años setenta. Por muchas razones nos enamoramos de la poesía de Wichy, por su juego con las palabras, por su divertimiento con las identidades, por su imitación y original plagio de los poetas latinoamericanos y de otras latitudes, haciendo hincapié en una posición política, pero con un sarcástico sentido crítico.

Luego vendría una selección poética editada por Mucuglifo, Encicloferia, en la cual supimos como ahogarnos en su lenguaje, ahí pudimos darnos cuenta que, lejos del preciosismo de Ama al cisne salvaje y otras composiciones, en Nogueras abunda un inquieto inventor de fábulas versificadas, al estilo de los juglares del siglo de oro español, cada personaje de estas historias se aventura en circunstancias vitales o históricas, como el caso de Las quince mil vidas del caminante; o de otra forma poética donde el bardo se asoma al horror de los campos de concentración como en Halt! Además Nogueras tuvo siempre conciencia de una poesía que ansiaba un misticismo y por otro lado lograba captar esta atmósfera en un lenguaje coloquial.

Un aspecto de su brillante escritura es el desarrollo de una poesía erótica, donde el cuerpo de la mujer es encarnado en palabra desnuda, sin metáforas exóticas ni rebuscamientos; dentro de las noticias tenemos que Luis Rogelio Nogueras se desempeñó como un excelente amante, como dicen por aquí, donde ponía el ojo ponía la bala, o en su caso la pluma.

Nunca podremos olvidar eternos versos circulares como el Eternoretornógrafo, uno de muchos donde hace gala de su amplio intelecto y conocimiento de la cultura y la literatura, influenciado tal vez por la lectura de Nietzsche y su mito del eterno retorno.

Después de todo a un verdadero poeta no le hacen falta homenajes, ya que su poesía habla por ellos. En todo caso el vate ya anunció su gratitud ante la vida y tal vez su epitafio:

“Gracias, poesía,/ por enseñarme que el camino hacia la verdad no puede pasar por la mentira,/ que los medios son también parte del fin;/ gracias por recordarme que sólo el futuro no deja huellas,/ por mis defectos que me hicieron humano,/ por mi hora de pena y mi hora de gloria./ Gracias por tu dulce y terrible compañía./ No me abandones.”
                                                                                                                      Anthony Alvarado.
                                                                                                            
          Poemas de Luis Rogelio Nogueras
 
Ama al Cisne Salvaje

No intentes posar tus manos sobre su inocente
cuello (hasta la más suave caricia le parecería el
brutal manejo del verdugo).

No intentes susurrarle tu amor o tus penas
(tu voz lo asustaría como un trueno en mitad de la noche).
No remuevas el agua de la laguna no respires.
Para ser tuyo tendría que morir.

Confórmate con su salvaje lejanía
con su ajena belleza
(si vuelve la cabeza escóndete en la hierba).

No rompas el hechizo de esta tarde de verano.
Trágate tu amor imposible.
Ámalo libre.

Ama el modo en que ignora que tú existes.
Ama al cisne salvaje.


Lábios sem beijos*
(Imitación de Carlos Drumond de Andrade)

Otra boca besa la boca que mi boca ya no besa
otras manos tocan las manos que mis manos ya no tocan
otros ojos se miran en los ojos que ya no ven mis ojos

boca que te fuiste
manos que se fueron
ojos que se fueron

mi mano escribe el poema
que mi boca no quiere repetir, no
que mis ojos no quieren leer, no

mi mano escribe el poema de tu boca
(que tampoco repetirá tu boca)
el poema de tus ojos

(que tampoco leerán tus ojos)
el poema de tus manos
(que tus manos no tocarán)

se fue la boca, sí
se fueron las manos, sí
se fueron los ojos, sí

sólo queda el poema
manco
ciego
mudo

*Labios sin besos.

Hablando de César Moro siempre tenemos que volver a la poesía...



Nos hace falta, hoy día, su presencia: aparecía él, y algo cambiaba alrededor; era suficiente que estuviera para que se alterara el orden, un orden falso de adulación y de mentira; eso lo sabemos todos aquellos que lo encontraban de vez en cuando, acá o acullá, al azar de los meses, o de los años. Aparentemente nada: alguien apenas más sutil, fìsicamente más sutil, más cortés, y más determinado que cualquiera a pasar inadvertido...

>Sólo viviendo la vida cada hora, se la puede subyugar y, literalmente encantar: Moro la encantaba; y esa facultad de "encantamiento", en el sentido primitivo de la palabra, es la que nos permitirá fijar siempre, cuáles son los poetas auténticos, poetas por que sí,.., y separarlos de los más, poetas literatos, poetas porque escriben versos, y los publican o los declaman, y eso es todo. En el Perú, Eguren fue poeta entre los primeros; Moro también lo fue, lejos de los tablados, de los corrillos donde se vende y prostituye la poesía rastrera.

>Sólo viviendo la vida a cada hora vale la pena vivirla, y valía la pena vivirla al lado de él. No bien llegaba entre otra gente, se establecía, se imponía una jerarquía, que muchos no le perdonaban, no le han perdonado. Ningún prestigio resistía cuando entraba: prestigio del nombre, el rango, el nombre, o simplemente prestigio del prestigio; nadie lo engañaba con los oropeles, o las virtudes postizas del poder, de la habladuría o de la fama. Más que nadie sensible a las ilusiones de la belleza (pero no las hubiera llamado ilusiones), estaba completamente insensible a las ilusiones frustradas de los noticiarios, de la actualidad falaz, fugaz de las agencias de noticias. La actualidad donde él vivía era otra; actualidad igualmente fugaz pero eterna, y luego verdadera, actualidad sin tiempo en el tiempo...

>De llevarse a cabo tal designio es probable que Moro hubiera demostrado las dotes elevadas de moralista, moral de pocas reglas pero rigurosas: no permitirse ruindad alguna, no tratar con nadie para envilecerlo, al contrario para exaltarlo o enaltecerlo.

>No encuentro adjetivo que lo califique mejor que: desconforme. Desconformidad total, sin arrebatos ni arrepentimientos, desconformidad con lo sabido, con lo trillado, lo establecido,...Pero es desconformidad de poeta adorador vehemente de la vida, y no de filósofo gruñón, o amargado.

No cualquier poeta es Poeta, no cualquier hombre es Hombre, en los tres reinos de la sangre, de la ternura y del espíritu.

Ángel y demonio: Hombre.

¡Él lo ha sido!


André Coyné. Del libro "César Moro" .Primera edición 1956
Segunda edición 2003, Ensueño Indescifrable Editores, Lima. 56 páginas
Corregida y aumentada.....30 soles

Mayor información: indescifrable979@hotmail.com, wespinozar@hotmail.com
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