No hay nada como un árbol frente a la ventana
asomarse y saber que está siempre allí
maltratado por los elementos
o reverdecido y enaltecido
según la fecha y la estación
familiar y entrañable
un amigo al que hemos abrazado
a la usanza de los chinos
al que se ha defendido de la barbarie de los ignorantes
supuestos ambientalistas municipales
que obedecen cerrilmente a sus superiores
sin atreverse a pensar por sí mismos
que no saben que ese viejo árbol
es legítimo dueño de la tierra que pisan
la misma que los acogerá en su seno algún día
y los hará parte de ella
no hay nada como abrir la ventana una mañana soleada
y saludar al fiel guardián de nuestro sueño
aquél que nos ha acompañado desde siempre
al cual vimos crecer
y bajo cuya copa pasaron cosas importantes
para nuestra vida
cosas que sólo él y nosotros sabemos.
Luis Lacave
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Claro que sí, poeta. Qué buen blog. Tengo para explorar un buen rato. Por cierto, me acabo de enterar que se murió el poeta Eleazar León. Cuando pueda alzaré mi botella por el profe. El poema del árbol está genial: el estilo ha pasado por sus transformaciones, pero ahí está la voz de Lacave. Lo encuentro más directo, al grano.
ResponderEliminarEstamos pendientes. Seguiré comentando conforme vaya leyendo.
No tengo cuenta de google, así que apareceré como anónimo, pero soy José Miguel. Un abrazo.
Precioso poema, lleno de verdad como debe ser.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Mamen, muy amable, te sigo.
ResponderEliminarHermoso.
ResponderEliminarUn abrazo :)